O T R E D A D - Entrega - Gabriela Setton

 O T R E D A D - Entrega. 

Para el trabajo de Otredad elegimos retratar a Gabriela Setton. Facu le habló y desde el primer momento hubo una predisposición muy grande para recibirnos y entregarse a ser la cara de nuestro trabajo. Con esta amabilidad vino la responsabilidad de no restarle mucho tiempo a su vida ajetreada y editorial. Nos concedió un día que fue más una tarde porque a la noche tenía un asalto con sus amigues. En esa jornada había que resolver tanto la entrevista como el retrato. Para la entrevista nos propuso responder nuestras preguntas mientras amasaba unos scons de polenta y romero que tenía que llevar para la noche y aceptamos. Para el retrato sentíamos que la estrategia tenía que ser simple y rápida ya que no teníamos mucha idea de cómo era el lugar (más que unas fotos y videos que nos envió) y porque tenía que ser algo que nos permitiese estar centrades en ella y que no dé pie a mucha dispersión.

La introducción de Gabriela al grupo estuvo muy ligada al baile y a las fiestas, así que elegimos la acción bailar como método para encontrarnos con ella en la cámara. Siguiendo esta idea alquilamos unas luces que nos permitieran llevar el clima lumínico a un lugar algo más festivo.

Nuestro equipamiento elegido fue: 

-Sony a7iii

-Lente kit / 50mm.

-Luces Panel LED Nanlite MixPanel 150

-Artículos de cotillón

Llegamos a la casa y nos hizo un recuento de toda su carrera. Después de hablar un rato sacamos los equipos y siguiendo esa misma charla ya comenzada nos pusimos a grabar. El clima en la cocina estaba generado por una luz de sol directa que tuvimos que filtrar con una pantalla detrás de la ventana que cada tanto se volaba. Plantamos la cámara eligiendo el lado que nos resultaba más interesante y le dimos rec. Ella siguió amasando, nos mostró revistas, hizo una composición con elementos de la cocina, y nos leyó los mails que se enviaban con la editora. Todas estas acciones nos obligaron a mover la cámara reaccionando en vivo a lo que iba necesitando la entrevista. Algunas cosas quedaron más prolijas que otras pero dentro de todo pudimos estar atentes a lo que iba pasando en la conversación y respondiendo rápidamente con la cámara. 

La entrevista fue extensa y exquisita por todos lados, hizo un recuento desde su experiencia de la historia argentina durante su juventud que coincidió con el período de la dictadura militar y con ella siendo una joven creativa trabajando en editoriales e introduciéndose en el mundo de la moda. Mencionó mucho la magia, la suerte, la predisposición a aceptar las cosas de la manera que sean y a tomar la vida como una fiesta. 

Ya habiendo estado aproximadamente dos horas ahí, dimos por terminada la entrevista y nos fuimos al living a hacer la puesta de luces. El ambiente estaba apenas iluminado por unos postigos que dejaban pasar una luz de atardecer muy cálida. Gabriela apareció decidida a empezar (y un poco a terminar) y le pedimos que baile en la zona donde caía la luz que generaba una sombra que nos interesaba.

Ella puso música que llenó todo el living y a partir de ahí fuimos buscando planos al mismo tiempo que cambiabamos las luces y nos íbamos moviendo por todo el lugar. Fuimos con la idea a priori de hacer dos planos, uno general y uno de baile junto a la cámara.

Estando ahí fueron surgiendo los demás planos que supimos ir llevando y encontrando dentro de lo que fue toda la experiencia. Quizás nuestros mayores hallazgos hayan sido el primerísimo primer plano y el plano de su lámpara metálica reflectante. 

 

Y decimos hallazgos porque es ahí donde el material comenzó a hablar de cierta dualidad que encontramos en nuestro personaje, que tampoco es inherente a Gabriela en particular, sino más bien a la humanidad misma. Todes posamos frente a la cámara. Pero en el primer plano, y en todos en general, queda muy claro un entrar y salir de personaje, una mirada centrada o despistada que dura una fracción de segundo y que para nosotres eran momentos clave de transformación. 

La lámpara como esa esfera reflectante también habla mucho del mundo que ella habita, ya que contiene la totalidad de su living. Nos introduce a un lugar fantasioso y guionado, donde nos encontramos con ella convertida en este ser dual que baila y se pierde y aparece y se vuelve a perder.

Podrían montarse muchas Gabrielas con el material que juntamos y creemos que cada una sería real, pero elegimos presentar una donde las dualidades queden expuestas y también sean parte. Decidimos dejar el sonido directo de cámara porque, así lo requería la consigna, hace la pieza más real, mientras sigue enrareciendola.